Estoy en ese estado de ánimo en el que se que voy a extrañar a mi querida nueva amiga Laura Escalante. Y a toda su familia también.
Dude mucho antes de comprarlo y luego mi veta "ahorrativa" me lo permitió cuando vi la edición de La Nacion mucho más barata que la otra que había visto en Yenny.
Atrapante de principio a fin, a algunas cuestiones históricas yo le hubiera dedicado unos párrafos menos, aunque creo que eso esporque la historia de Laura y Nahueltruz está tan bien contada y te dan tantas ganas de saber qué va a pasar, que honestamente, lo que le pase a Roca con la presidencia me importa tres velines.
Me gustó mucho mucho, casi tanto como mi favorito de este tipo que es Olivia y Jai .
En fin... si les gustan las historias románticas, no dejen de conocer a Laura Escalante, la van a querer mucho.
los libros que lee Caro (e invitado)
miércoles, 24 de febrero de 2010
viernes, 19 de febrero de 2010
Pecar como dios manda - Federico Andahazi
A mí desde El anatomista que me parece que Federico Andahazi es medio calentón...
No me acuerdo mucho del libro, y tampoco de Las Piadosas (que son los dos que leí de él) pero sí me acuerdo de la sensación que me quedó de que eran -a su modo- algo calentantes.
Este libro me intrigaba bastante, comparto el criterio de que la historia de la sexualidad no tiene un lugar en ningún lado, y yo no esperaba encontrar en este hombre que presumo inteligente un libro estúpido.
Y por suerte no pasó.
Está bueno, escrito con bastante humor y a la vez se nota de muy lejos que está bien documentado.
Completito pero no aburre, los capítulos son cortos, a modo de pinceladas y no pude evitar sentir muchas ganas de acceder a la información de primera mano. Me lo imaginaba leyendo infinitas cartas, buscando algo que confirme o descarte alguna idea... creo que me gustó más pensar cómo habrá sido hacerlo que el libro en sí.
Cuando encuentre el 2, veremos qué dice.
Me impactó muchísimo lo que dice sobre la tortura... es la primera vez que siento que anda cerca... que debe ser por ahí...
cita:
" Este último metodo, el empalamiento, resulta un símbolo elocuente del humillante carácter sexual de ciertos tormentos. Sin embargo, cabe señalar que aunque no resulte explícito y evidente en otros martirios, aunque no comprometa necesariamente los órganos sexuales, toda tortura, no importa cuál, se explica desde la perspectiva de las perversiones sexuales. No cualquier espíritu resiste la natural repulsión que provoca la deliberada laceración de los cuerpos. El único factor que hace posible semejantes aberraciones es el goce. No existe otra forma. Aún se conservan varios grabados medievales en los que puede verse a los verdugos exhibiendo ostensibles erecciones tras las calzas, mientras someten a sus víctimas a los más crueles martirios."
No me acuerdo mucho del libro, y tampoco de Las Piadosas (que son los dos que leí de él) pero sí me acuerdo de la sensación que me quedó de que eran -a su modo- algo calentantes.
Este libro me intrigaba bastante, comparto el criterio de que la historia de la sexualidad no tiene un lugar en ningún lado, y yo no esperaba encontrar en este hombre que presumo inteligente un libro estúpido.
Y por suerte no pasó.
Está bueno, escrito con bastante humor y a la vez se nota de muy lejos que está bien documentado.
Completito pero no aburre, los capítulos son cortos, a modo de pinceladas y no pude evitar sentir muchas ganas de acceder a la información de primera mano. Me lo imaginaba leyendo infinitas cartas, buscando algo que confirme o descarte alguna idea... creo que me gustó más pensar cómo habrá sido hacerlo que el libro en sí.
Cuando encuentre el 2, veremos qué dice.
Me impactó muchísimo lo que dice sobre la tortura... es la primera vez que siento que anda cerca... que debe ser por ahí...
cita:
" Este último metodo, el empalamiento, resulta un símbolo elocuente del humillante carácter sexual de ciertos tormentos. Sin embargo, cabe señalar que aunque no resulte explícito y evidente en otros martirios, aunque no comprometa necesariamente los órganos sexuales, toda tortura, no importa cuál, se explica desde la perspectiva de las perversiones sexuales. No cualquier espíritu resiste la natural repulsión que provoca la deliberada laceración de los cuerpos. El único factor que hace posible semejantes aberraciones es el goce. No existe otra forma. Aún se conservan varios grabados medievales en los que puede verse a los verdugos exhibiendo ostensibles erecciones tras las calzas, mientras someten a sus víctimas a los más crueles martirios."
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